La Garriga de Castelladral: un lugar al que regresar
Disfrutar de un paseo al atardecer en medio del bosque, saborear un delicioso pastel casero recién horneado, observar cómo mama un pequeño potro recién nacido, desayunar unos tomates recién cogidos del huerto, tener una conversación agradable con un pastor… así es exactamente cómo imagino mi futuro y así es cómo se presenta uno de los espacios más bonitos que he conocido últimamente, la Garriga de Castelladral, una masía restaurada construida sobre las ruinas de una pequeña edificación medieval del siglo XV. La masía está situada en la comarca catalana del Bages y pisar su suelo de barro cocido o cruzar sus paredes de piedra hace que te transportes a una época pasada cuando la tierra, lo natural, el silencio, el amor por los detalles y las pequeñas cosas y, sobre todo, la familia, era la verdadera esencia de la vida. La masía es el lugar perfecto para pasar unos días de descanso pero también lo es para celebrar vuestra boda. Si buscáis un entorno rústico con vistas a verdes prados y olor a heno y a hierba recién cortada, la Garriga de Castelladral es vuestro lugar. La calidad del servicio, el trato personalizado de la familia Roca Barbé, el mimo y el cuidado exquisito que ponen en todos y cada uno de los detalles os hará sentiros en el paraíso. La masía tiene su propio huerto ecológico y su mantenimiento es sostenible, además cuentan con una de las mejores reposteras de la zona: la abuela María. Os recomiendo que si la visitáis no os vayáis sin probar su ‘pa de pessic’ con piñones, vuestros desayunos ya no volverán a ser lo mismo… Quizás los que vivimos inmersos en el estrés, el ruido y la polución de la ciudad valoramos más el poder encontrar un espacio como la masía, un entorno donde recuperar sensaciones, en definitiva, un lugar al que regresar…
Fotografía: Nuna Roca
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