La boda de Christine y Phillipe fue creada en torno a un elemento principal y protagonista, el vestido de la novia. Un precioso diseño de Claire Pettibone con una espalda impresionante confeccionada con transparencias y bordados de flores y mariposas en colores dorados y tonos verdes y rosa pastel.  Ese fue el punto de partida de una boda elegante y sofisticada, en la que no faltó detalle. Los novios escogieron para su día más especial, uno de los mejores hoteles de nuestro país, catalogado con seis estrellas y nominado para la séptima, el Hotel Villa Padierna Palace, en Marbella. Un espacio singular que simula una villa toscana del siglo XIX, decorada con más de 3.000 piezas de arte originales y unos jardines que destacan por sus vistas y cuidada vegetación. Toda la decoración sigue la línea marcada por el vestido, con centros de mesa realizados con rosas rosadas y blancas, mobiliario en dorado envejecido, campanas de cristal transparente que albergan deliciosos cupcakes con flores glaseadas y un pastel nupcial que es una réplica dulce del vestido de la novia, con rosas y mariposas incrustadas en los tres pisos que lo componen. Pero sin duda alguna me quedo con las sonrisas de Christine y Phillipe, sus miradas de complicidad y ese brillo en los ojos que traspasa la pantalla y hace que hasta uno se ruborice de tanto amor que desprende. No os perdáis ningún detalle del vídeo de hoy porque no puede transmitir mejor los sentimientos que afloraron ese día. Espectacular la última escena en la que se ve a los novios bailando en solitario, abrazados y enamorados, un momento tan especial que parece como si realmente se hubieran quedado solos, únicamente ellos… y su amor.

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Vídeo: El Zarrio Films