Por fin es viernes y los viernes, como ya es habitual, nos vamos de boda en el blog. Antes de nada os pido disculpas por no poder postear últimamente con normalidad, ya sabéis que operaron a mi mami y se está recuperando en casa, así que si ya me faltaban las horas ahora ya ni os cuento, por lo que este verano va a ser un poquito inestable pero espero que pronto podamos volver todos a la normalidad. Y dicho esto, me vuelvo a contagiar del espíritu bohemio de la boda de hoy, de la que no hace casi falta decir ni explicar mucho porque sólo con ver las imágenes ya podréis disfrutar de ella. El principal objetivo de la pareja fue concebir su boda como una gran fiesta, no querían que el hecho de casarse cambiase nada, simplemente consolidar lo que ya tenían, una sólida amistad y una relación muy peculiar. Por eso crearon un ambiente personalizado único inspirándose en el Festival de Folk de Woodword y en los momentos especiales que disfrutaron allí. Buscaban un espacio de montaña para una boda rustic-boho en el que sus invitados pudieran acampar rodeados de un entorno natural y de espectaculares vistas y lo encontraron en Nimbin Rox YHA, en cuya web reza una frase de Jeff Rasley que define muy bien su filosofía: ‘Para ser encontrado, hay que perderse antes’. Y  eso fue lo que hicieron, se perdieron entre flores y montañas,  entre tipis iluminados, deliciosas food trucks y música en directo y dieron a su fiesta ese toque especial y tan personal que hizo que vivieran una noche única, rodeados de amigos y familiares, bailando hasta el amanecer.

Fotografía: Graham Murray Photography