MARTA & ANDRÉS: DULCE BODA DE OTOÑO
No me canso de decir que las bodas de otoño cada vez me gustan más y es que hay colores que son imposibles de conseguir en verano, sobre todo a ciertas horas y con una temperatura determinada y esa es una de las cosas que las hacen tan especiales. En el post de hoy os hablo de una de ellas celebrada en un sitio precioso, una antigua casa de campo catalana de principios del s.XVI, rodeada de bosque y de unos maravillosos jardines centenarios, la Masía Egara. Es una boda de otoño en la que reinó la sencillez y el buen gusto, una de esas bodas en las que se respira un ambiente cálido y romántico desde el principio y en la que se cuidaron todos los detalles. Diseñada sin ostentaciones ni elementos superfluos en un entorno clásico con una nota decadente y una novia divertida y decidida que quiso darle a su vestido, un clásico de Rosa Clará, un punto atrevido y lo consiguió gracias al asesoramiento de la estilista Agnés Sunyer que diseñó para ella un look inspirado en la ‘reina de las nieves’, incorporando al vestido una capelina de bambula con capa de terciopelo blanco. Toda la decoración se creó basándose en los tonos tierra, ocres, verdes y rojos, consiguiendo con estos últimos un aire cercano a la navidad. El aperitivo fue amenizado por un Piano Bar con música en directo al aire libre para posteriormente pasar a uno de los salones de la masía a degustar la deliciosa cena elaborada por Aspic Catering, un menú de temporada servido en mesas redondas con sillas de forja, mantelería de flores y centros de mesa con base de musgo y una composición floral de hortensias, rosas, eucalipto y acebo a juego con toda la decoración exterior. Sin duda, una dulce boda de otoño para un ‘sí quiero’ inolvidable.
Fotografía: Audiovisual Wedding / Wedding Planner: Madera & Chocolate