DECORACIÓN DE ENTRADA A LA IGLESIA
La entrada al lugar de la ceremonia es uno de los puntos ‘calientes’ en decoración ya que ese marco por donde saldrán los novios siendo ya marido y mujer es uno de los que acapararán más la atención de los invitados. En el post de hoy nos vamos a centrar en ese espacio y más concretamente en la puerta o acceso de entrada a la iglesia. Normalmente es un marco perfecto para decorar con flores ya que la mayoría de accesos tienen forma de arco por lo que siguiendo las propias líneas arquitectónicas las flores pueden quedar preciosas. Podemos hacer el arco de principio a fin o de manera asimétrica, dejando libre uno de los lados de manera que podamos apreciar la propia estética de la entrada. Las variedades que escojamos pueden depender de la época del año, destacando los colores pastel si la boda es en primavera y las tonalidades ocres o granates si la boda se celebra en temporada de otoño o invierno. A mí me gustan especialmente las hortensias y en verano, la combinación de ramas de olivo y verdes con flores de temporada, quedan realmente bonitas y muy naturales.
Podéis simplemente decorar el arco de entrada o podéis destacar también los laterales, colocando macetas, cestos de mimbre o algún otro elemento ornamental como velas o farolas a distintas alturas si la boda es de tarde o si se celebra a una hora en la que cuando salgan los novios empiece a oscurecer.
El lugar donde esté ubicada la iglesia es otro elemento a tener en cuenta ya que muchos novios aprovechan el entorno para hacer un pequeño camino decorado con flores o enmarcado con iluminación que lleve hasta la misma entrada al recinto, en este caso la decoración de la entrada debe seguir la misma línea decorativa o en su defecto, y si la propia estética arquitectónica lo permite, dejar la entrada totalmente libre de elementos decorativos para darle un protagonismo más natural.
Fotografía: M & J Photography, Once Wed, Les Amis Photo, Volvoreta, Paul Underhill, Serafín Castillo, José Bernal, Dominique Bader