ONETA’S LOVE SPIRIT
Hay algo que me pasa con el norte, lo tengo más que comprobado cada vez que me llega alguna sesión de allí. Me quedo atrapada por las imágenes en la pantalla, ese paisaje, esos acantilados, ese mar, siempre me transporta a un mundo onírico y especial. Cuando la fotógrafa Silvia Gil se puso en contacto conmigo para mostrarme la editorial de hoy, no dudé un segundo en que quería publicarla. Un ambiente natural con una cascada interminable y unos árboles centenarios fue el escenario perfecto para plasmar la romántica metáfora de una novia mitológica, la Xana. Este personaje de la cultura popular representa a una novia que habita en cascadas y ríos, de largos cabellos dorados que busca la soledad. Así es la novia de Oneta, una mujer libre e independiente, de extremada belleza, que ama y respeta profundamente la naturaleza, una novia a la que se le eriza la piel con el susurro del agua, que disfruta con el canto de los pájaros y que busca la sorda compañía de los bosques.
Amanece. El bosque asturiano se despeja. Una bruma fluida rompe el encantamiento y la Xana se desliza fuera de su cueva. Con hermosa harmonía peina su larga cabellera y comienza a tejer un hilo dorado que va diluyendo arroyos y manantiales. Pablo Miyar
La sesión, organizada por las chicas de Confeti de Boda, se basa en una paleta de colores totalmente opuesta a la que compone el paisaje, rodeado de tonos verdes y colores tierra, precisamente para destacarlos. La gama cromática elegida ha sido el dorado, que se asemeja a la rubia cabellera de la Xana, el azul, que simboliza el agua y el beige, un tono neutro que armoniza con los dos colores más vivos. En cuanto a la ornamentación floral, se ha creado una decoración integrada totalmente en el espacio onírico y sobre la que destacan dos sitios especiales: el columpio y la boa de flores en el árbol. En el columpio, la Xana-novia, pasa horas balanceándose contemplando y pensando quién será quien le quiera y acepte tal y como es. En el árbol, sin embargo, es donde peina sus largos cabellos ondulados creando un toque de perfecta imperfección. Diferentes escenarios fotográficos van contando visualmente su historia, un día a día en el que la Xana-novia luce un vestido de dos piezas con falda y top de encaje que, junto a la tiara-joya y el maquillaje suave y natural acentúa su estética dulce y remarca la tendencia mitológica de la sesión haciendo que poco a poco vayamos enamorándonos de esta enigmática figura femenina hasta hacernos perder la razón.
Fotografía: Silvia Gil / Organización y coordinación: Confeti de Boda / Vestuario: Marta del Pozo / Modelo: Ana Ugidos / Decoración floral. Floral Gala / Maquillaje: Andrea Guerra Make Up / Peluquería: Premium / Tiaras: Hannami / Tarta: Galmea