Como cada año, y aprovechando las navidades, me voy a tomar unos días de descanso y desconexión para disfrutar de los míos y no se me ocurre mejor cierre del año en el blog que mostraros la preciosa boda de Julio y Anita. Un amor intercultural, de los que une a pueblos y culturas convirtiéndolos en una misma familia y es que esa es precisamente la base de estos días que llegan para recordarnos que nada hay en el mundo más importante que la familia y, por supuesto, los amigos. El vestido de Anita, de estilo sencillo y elegante, fue creado a medida por María de Oh que Luna. Realizado en crepe con una falda fruncida con mucho vuelo y una maravillosa cola, destacando la impresionante espalda de tul adornado con encaje de flores y ramitas. Un estilismo tremendamente natural y romántico que completó luciendo un moño de ondas suaves del que prendía su tocado de Le Touquet, confeccionado con hojas doradas y flores en color ivory, rosa empolvado y un rosa un poco más oscuro. El velo fue su ‘algo prestado’ y, aunque Anita no suele llevar joyas, ese día lució unos pendientes de Swarovski y la alianza que le regalaron sus suegros, compradas en la misma joyería donde ellos compraron las suyas hace casi 40 años. Un detalle que me ha parecido precioso y tremendamente emotivo. Completaba el conjunto los zapatos en rosa empolvado y dorado de Salo, a juego con el tocado y un ramo de novia confeccionado con rosas blancas y rosas.

La boda se celebró en la Basílica de San Esteban de Budapest, la más grande de Hungría, un edificio de elaborada arquitectura engalanado de pinturas, relieves, esculturas y obras de arte.

La Basílica en sí es tan espectacular que no fue necesario añadir ninguna decoración. Fue una ceremonia preciosa y emotiva en la que, como anécdota curiosa para los invitados españoles, al finalizar el cura acompañó a los novios hasta la puerta de la Iglesia, los tres juntos cogidos de la mano. Esa fue la primera de las muchas tradiciones húngaras que estuvieron presentes en la boda de Julio y Anita. Una vez acabada la ceremonia, los invitados marcharon hacia el Café Gerbeaud, donde se celebró el banquete y la posterior fiesta. La sala se decoró en tonos dorados y rosas, que fueron los elegidos por la novia como paleta base de toda la decoración, con sillas Chiavari doradas y vajilla, marcos y portavelas con detalles en oro en combinación con una decoración floral compuesta por rosas blancas, la flor favorita de Anita. Todo en un estilo sencillo y elegante, haciendo suya la máxima ‘menos es más’. Cuando los novios llegaron al Café Gerbeaud, tuvo lugar la segunda tradición húngara que consiste en brindar con todos los asistentes con un chupito de Palinka, un aguardiente de 55 grados que suelen tomar antes de comer y que, según nos comentaba Anita, tuvo muy buena acogida por parte de los invitados españoles.

Para la cena se combinaron platos típicos húngaros con alguno español y también hubo  una mesa de postres con dulces típicos de la zona.

Otra de las tradiciones es que los novios suelen bailar dos bailes importantes el día de su boda y, precisamente el segundo de ellos, que se supone que es el gran baile de los novios, debido a la intensidad de los preparativos y a las prisas de última hora, no pudieron practicarlo. Pero cuando llegaron al lugar del banquete, después de su reportaje de fotos, se encontraron con que los invitados todavía estaban terminando el cóctel, por lo que tuvieron que esperar unos minutos en la calle. Fue entonces cuando a Anita se le ocurrió poner su canción en el móvil y cogiendo a Julio, empezaron a bailar. De repente la calle se llenó de aplausos y felicitaciones de todas las personas que pasaban por allí y que se habían parado a observarlos. Las anécdotas fueron sucediéndose durante toda la noche cumpliendo el sueño de los novios de crear un entorno mágico de amor y de cercanía que unió a todos los presentes con un fino hilo de ilusión y de magia.

Fotografía: Rokolya Photography / Decoración: Concept Wedding / Espacio: Café Gerbeaud / Vestido novia: Oh que Luna / Tocado: Le Touquet / Zapatos: Salo Madrid / Traje novio: Hugo Boss / Reloj: Sandoz