¿Nunca habéis soñado pasar toda una noche encerrados en una tienda de chucherías? Creo que es el sueño de más de un niño, pero doy fe de que también lo es de más de un adulto. Como el día de vuestra boda es un día especial donde deberíais poner todo lo que os haga ilusión, además de felices, si os decidís por una Candy Bar, seguro que muchos de vuestros invitados os lo agradecerán. Podéis ponerla desde el principio y como bienvenida al aperitivo y posterior banquete, podéis a sacarla a la hora de la barra libre o incluso esperar al momento de la recena. Un buffet de dulces siempre es bienvenido. En eso consiste una Candy Bar, en la presentación a modo de mesa-buffet de toda una variedad de dulces: gominolas, nubes, lacasitos, caramelos, piruletas, sugus, chocolates, ositos, etc., etc., etc. Si queréis podéis personalizarla con la temática que más os guste e incluso decorarla con tonos y colores a juego con la decoración de la boda. ¿No se os hace la boca agua sólo de imaginarlo?