When love meets blog: la fiesta (II)
Tras la emotiva ceremonia y el suculento almuerzo, la segunda parte de la Boda del Año continuó en el salón de la casa de Marina, de Fuxia Atelier. En torno a una gran mesa de madera pasamos la tarde viendo los álbumes de fotos de todas las bloggers que ya estábamos casadas y planificando las bodas de las futuras novias. A media tarde nos volvieron a sorprender con una merienda a base de palomitas y limonada rosa, que volvió a captar todos los objetivos de nuestras cámaras. Se nos pasó tan rápido y se nos hizo tan corto que ni siquiera tuvimos tiempo de hacer los talleres DIY que las anfitrionas habían preparado para todas las invitadas. De todas formas nos los explicaron y nos llevamos el trabajo a casa, he de decir que este fin de semana he puesto en práctica el taller de Marieta (Quiero una boda perfecta), que nos enseñó a hacer unas deliciosas palmeritas de hojaldre y me ha salido fenomenal. Los talleres de Judith (Mademoiselle Babette) y Marina (Fuxia Atelier) los he reservado para practicar con los peques estas vacaciones, mientras yo decoro botes de yogur con cintas y velitas, ellos a recortar fieltro para los adornos del árbol de Navidad. Tras los talleres, rápidamente a cambiarnos para la fiesta nocturna, esta vez dedicada a los 60’. Fue divertidísimo ver cómo cada una había interpretado esa época en su vestimenta, Sara con su chaleco corto de pelo y su cinta en la frente, Anna totalmente metida en el papel de Sandy la pareja de John Travolta en Grease, Greta emulando a su adorada Audrey, Marina con sus gafas a lo John Lenon… nos reímos muchísimo y lo pasamos genial cenando y hablando sin parar hasta que nos dieron las tantas, para variar. A la mañana siguiente todavía nos quedaba la última sorpresa, una visita guiada al Castell de l’Empordà, un sitio precioso donde Marina se casará la próxima primavera y que pudimos descubrir de cabo a rabo ya que nos enseñaron todo, todo, las habitaciones, el mirador, la ermita, el jardín, los salones y hasta una maqueta enorme réplica de la Batalla de Waterloo que ocupa toda una sala del castillo. Y como despedida nos invitaron a degustar un aperitivo exquisito como muestra del que suelen servir en las bodas que organizan. Cuando bajaba en coche el domingo de nuevo hacia Barcelona no podía dejar de pensar en el magnífico fin de semana que habíamos pasado, si os he de decir la verdad, cuando llegué al encuentro el sábado por la mañana creía que a todas nos unía básicamente un hecho principal, el tener un blog de bodas. Pero, durante el viaje de regreso, me di cuenta de que en realidad nos unía algo mucho más importante, la ilusión compartida. Todo fue perfecto, la decoración, el catering, los regalos, las visitas, pero con lo que me quedo de este inolvidable fin de semana es con las caras de todas mis compañeras, con el brillo de sus ojos y con sus sonrisas nerviosas cada vez que descubrían una nueva sorpresa, como dijo Greta de Wedding Senses, fue como si la Navidad se hubiera colado unos días antes por nuestras ventanas. Sólo puedo decir GRACIAS!
Fotografía: UBO, Fuxia Atelier, A todo confetti, Quiero una boda perfecta