Paco & Nata: boda en el Bierzo
Cada semana que pasa estoy más contenta porque nuestros ‘viernes de boda’, que antes siempre ocupaban bodas americanas o europeas, cada vez más se van llenando de bodas españolas con un toque especial y diferente. Y ese era uno de los objetivos a conseguir con el inicio del blog. Hoy voy a hablaros de la boda de Paco y Nata, que decidieron casarse en una pequeña capilla de un pueblo minero de apenas 80 habitantes. A la salida de la ceremonia les esperaba un impresionante Opel Kapitan de 1955, propiedad del abuelo del novio, con el que se trasladaron hasta la finca de la familia, en Torre del Bierzo. Fue allí, en el mismo lugar donde pasaba los veranos Paco, donde se celebró el banquete. La llegada a la finca estuvo amenizada por unos gaiteros berzianos y durante el cocktail el padre del novio sorprendió a todos con un grupo de músicos callejeros rusos que suele tocar en las calles de Madrid. El espacio, rodeado de monte, bosques y un río, se prestaba a la organización de una boda muy campestre, con aires de verbena, al viejo estilo de las fiestas de los pueblos. Para la decoración apenas tuvieron que moverse ya que sacaron muebles y recuerdos de la casa familiar, como la máquina de escribir del abuelo o una mesa de costura que aprovecharon para colocar el libro de firmas y dedicatorias. Durante el cocktail se instalaron varios puestos de comida con quesos y embutidos y decoraron el espacio con banderines de telas de colores confeccionados por la madre de Nata. Para los asientos distribuyeron balas de paja con manteles de flores, un elemento muy rústico que como ya sabéis me encanta. La cena fue servida por camareras ataviadas como campesinas que cubrieron las mesas con manteles a cuadros rojos y, en lugar de flores, como centros de mesa pusieron plantas aromáticas y cestas con hortalizas. La iluminación nocturna fue espectacular, con cientos de velas que colgaban de las ramas de los árboles. Como por la noche refresca en la zona y no querían poner una carpa en un espacio tan hermoso, se colocaron unos tipis con dos hogueras en la entrada. Los tipis son una especie de haima de estilo nórdico diseñadas originalmente por las tribus Sami del norte de Escandinavia, que debido a su particular diseño dan un aire diferente al espacio. Me ha parecido precioso el vestido de la novia, diseño de Sole Alonso de Friki, y su sencillo ramo de lavanda a juego con el cinturón y con el tocado de flores. Una novia especial para una boda diferente. Espero que disfrutéis.
Fotografía: differentBodas
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