Diy: flores heladas
Hace ya casi un mes que llegó la primavera, los almendros lucen su flor, las calles tienen otro color y nuevos olores inundan los parques y avenidas. Miro por la ventana y recuerdo los campos de mi infancia repletos de flores silvestres, inconscientemente busco palabras en el ordenador sin ningún orden ni sentido, tomillo, romero, flores de primavera, naturaleza… y, de repente, encuentro la información que sin saberlo buscaba para el post de hoy. Una idea fresca y primaveral para bodas de verano, aunque si os gusta podéis llevarla a cabo en cualquier época del año. Tan sólo vais a necesitar un ramillete de flores comestibles, agua y una cubitera. Así de sencillo. Eso sí, informaos bien antes de qué flores son comestibles ya que no todas lo son.
Pasos a seguir:
Seleccionar las flores comestibles a utilizar (rosas, claveles, menta, lavanda, tomillo, flores de albahaca…).
Llenar una bandeja de cubitos de hielo hasta la mitad con agua hervida y enfriada. Colocar las flores en los espacios destinados a los cubitos de hielo hasta que estos se congelen.
Una vez congelados, llenar de nuevo la mitad restante de cubitos, siguiendo los mismos pasos. De esta forma las flores se mantendrán justo en el centro de cada cubito de hielo, por lo que su efecto será más impactante. No obstante podéis hacerlo directamente en un único paso si preferís que las flores queden en la parte superior del cubito de hielo.
El efecto antes de que los cubitos se derritan en el vaso es precioso pero también lo es cuando ya se han derretido ya que quedan los pétalos flotando en la copa.
Es ideal para una barra de cócteles, además podéis escoger la tonalidad de las flores en función el color que hayáis elegido para la decoración de la boda. Seguro que sorprende a más de un invitado, no olvidéis que los grandes recuerdos siempre proceden de los pequeños detalles.
Vía: A fanciful twist