El canotier, ese sombrero de copa baja y ala corta me tiene robado el corazón y ya se ha convertido en uno de mis ‘imprescindibles’ para el próximo año. Aunque fue Coco Chanel quien lo puso de moda en las cabezas del mundo fashion, en realidad tiene su origen en los gondoleros venecianos quienes continúan usándolo en la actualidad. No podía menos que dedicarle un post, así que hoy abogo por las novias atrevidas y no convencionales que desean lucir un canotier el día de su boda. La verdad es que en función del estilismo elegido puede dar un aire desde garçon a romántico pero, eso sí, nunca indiferente. Podéis jugar con su diseño añadiéndole algún complemento que lo haga más especial para el día de la boda, como puede ser una redecilla de un color que haga juego con la cinta del canotier o simplemente incorporando unas aplicaciones florales que también podrían combinar con el bouquet que luzca la novia. A mí me gustan de cualquier forma, lisos, con flores, con cintas, de paja o de tela pero, todo sea dicho, también hay que saber lucirlo, que no a todo el mundo le queda bien el mismo sombrero pero si algo tiene el canotier es que es un modelo que funciona tanto con pelo largo como corto, suelto o recogido y si además le añadimos que una vez pasada la boda podéis reaprovecharlo, bien para asistir como invitadas a otra boda o bien para lucirlo un día cualquiera, ya hace que se convierta de ‘imprescindible’ en ‘necesario’.
Fotografía: Lucía Be, Thea Photo Studio, Suma Cruz, India