Ramos de anémonas
Según la mitología griega las anémonas nacieron de las lágrimas derramadas por Afrodita cuando lloró la muerte de Adonis. Su etimología también proviene del griego y significa ‘la flor del viento’ y popularmente se cree que atraen la suerte y protegen contra el mal. Otras mitologías cuentan además que las hadas mágicas duermen bajo sus pétalos cuando se cierran al atardecer y la verdad es que ante tan buenos y románticos augurios no podía menos que dedicar un post a los ramos de anémonas. A mí es una de las flores que más me gustan, me recuerdan mucho a las amapolas, las veo tan frágiles que parece que vayan a desaparecer de un momento a otro pero no os preocupéis porque son muy resistentes. Su carácter sensual, dulce y femenino, la hacen ideal para cualquier tipo de novia, desde la más clásica hasta la más atrevida. Se pueden lucir solas o combinadas con otras flores de un mismo color o de tonalidades diferentes, aunque su estética más tradicional es la de pétalos blancos que destacan sobre un centro negro. Simples pero muy elegantes son igualmente perfectas para novias de aire vintage, en este caso se puede jugar con la paleta de colores de tonalidades rosadas para dar un toque más romántico al bouquet. Si queréis lucir un ramo de anémonas el día de vuestra boda debéis tener en cuenta que es una flor de primavera y verano, por lo que no se recomienda utilizar en invierno. Un acierto seguro si buscáis algo diferente.
Fotografía: Christine Chang Photography, Martha Stewart Weddings, Love me Sailor, Stephanie Williams Photography, Melissa Schollaer Photography, Paula O’Hara Photography, Sara Grey Photography, Carlea J Photography, Harrison Studio, Glass Jar Photography, Michelle March, Brideorama