Hoy estoy especialmente feliz porque acaba febrero y damos la bienvenida a marzo, el mes en el que los días empiezan a alargarse, la temperatura se vuelve más agradable y recibimos a la tan esperada Primavera, así que qué mejor que empezar con un post dedicado a las flores, en concreto a una de las más sencillas que conozco, la margarita. Es una flor perfecta para novias naturales, auténticas, rústicas y quizás incluso algo tímidas, novias a las que no les gusta destacar, amantes de los pequeños detalles, la naturaleza y la vida al aire libre. Algo tan simple como un sencillo ramo de margaritas puede resultar el toque ideal para una novia que busca dar un aire silvestre a su boda, por eso son perfectas para bodas celebradas en entornos naturales rodeados de campo y vegetación, como puede ser un prado o un bosque. A mí particularmente me gustan cuanto más sencillas mejor pero las hay de distintos tamaños y colores, las más comunes son las blancas y pequeñitas y un simple ramillete de margaritas atado con cuerda rústica ya me parece ideal. También podéis combinarlas con otras flores de diferente especie, con rosas o peonías si queréis darle un toque más sofisticado a vuestro ramo o con variedades más silvestres si lo que queréis es mantener la misma línea rústica y natural. La margarita simboliza la inocencia y el amor puro, por lo que si os decidís por ellas el romanticismo está garantizado.
Fotografía: Jenny Markham, I Love Wednesdays, Michael and Carina Photography, Delbarr Moradi, Wedding Bells, Shoot This Not That, Picotte Weddings, Weddings By Two, Wedding Journal, We Heart Photography, Mad Love Weddings, Paula O’Hara, Deer Pearl Flowers, The Excited Bride, Love my Dress, Danelle Bohane