Cada vez más las novias (y los novios) son conscientes de que el mundo está cambando y, en ocasiones, no precisamente para bien. El calentamiento global, los desechos industriales, el aumento de la producción de plásticos…, todo ello ha ido generando una conciencia colectiva que va en aumento y que apuesta por un mundo mucho más sostenible y ecológico. No es de extrañar que algunas novias empiecen a pensar en llevar el día de su boda un vestido de segunda mano. Una manera de reutilizar una prenda que, en la mayoría de ocasiones, no vuelven a ponerse nunca más. Me parece una idea tan válida como la de querer estrenar un vestido nuevo, la diferencia es que además de ser una opción más económica, estás apostando por el reciclaje. No hay que olvidar el esfuerzo económico que hacen los novios para la organización de la boda y siempre viene bien poder recuperar algo de lo invertido.
¿Estás pensando en vender tu vestido de novia?
Si ya te has casado también puedes optar por vender tu vestido de novia. Solemos caer en la tentación de guardarlo por pura nostalgia o pensando que podremos volver a lucirlo en una ocasión especial adaptando el cuerpo o la falda, pero no nos engañemos, en el 90% de los casos el vestido de novia se queda olvidado en un armario durante años. ¿Por qué privar entonces a otra novia de que disfrute de tu vestido? Hoy día existen tiendas físicas y on-line que se dedican a comprar y vender vestidos de novia, un mercado que con los años ha ido en aumento y que ofrece la posibilidad de brindar una segunda vida a tu vestido.
Consejos para vender tu vestido de novia
Si realmente estás decidida a vender tu vestido de novia, mi consejo es que cuanto antes lo hagas mucho mejor. Las modas cambian muy rápidamente y si dejas pasar mucho tiempo puede que tardes más en venderlo.
Es importante que tengas en cuenta algunos consejos antes de ponerlo a la venta:
- Lo primero que debes hacer es lavar tu vestido con un detergente que lo deje como nuevo. Asegúrate de utilizar el mejor detergente en polvo del mercado, un buen producto que además de limpiar proteja los tejidos que, en el caso de los vestidos de novia, suelen ser extremadamente delicados.
- Una vez lavado, comprueba que no tenga ningún roto o descosido y si lo tiene, cóselo y déjalo perfecto.
- Cuélgalo de una percha y haz varias fotos del vestido desde distintos ángulos. De toda la pieza y de detalles específicos como mangas, bordados, puños, escote, etc. Incluyendo la talla y las medidas exactas, así como el tejido o tejidos con los que está confeccionado. Procura añadir cualquier detalle que te parezca importante resaltar. También ayuda ver el vestido puesto, por lo que no está de más que incluyas alguna foto tuya o de alguna modelo luciéndolo.
- A la hora de fijar un precio es importante que indiques el importe que pagaste por él cuando lo compraste y el precio al que lo quieres vender, de esta manera la persona que lo quiera comprar tendrá una referencia más exacta de su valor.
Y no olvides que apostar por un vestido de segunda mano, es apostar por el planeta.
Fotografía: Freepick, Aire Barcelona, Immaclé, Pinterest