Hoy justo hace una semana que empezaba la Barcelona Bridal Week, una cita ineludible del mundo nupcial que sorprende cada año con las propuestas de los distintos diseñadores que en ella participan. Y, como cada año, el pistoletazo de salida lo daba el desfile de la diseñadora Rosa Clará que en esta ocasión citó a prensa y bloggers horas antes del desfile en un brunch organizado con mimo y todo lujo de detalles que fue servido por Nandu Jubany, uno de los mejores cocineros de Barcelona. Tras el brunch, el desfile empezó como prolongación de la anterior colección, en la que el vestido blanco de las grandes divas de los años 30 y 40 inspira una línea de vestidos fluidos que dibujan la silueta femenina resaltando su sensualidad y plagados de detalles ricos en textura y pedrerías. En contraposición a esta primera línea aparece una segunda en la que las faldas y volúmenes adquieren protagonismo absoluto. Son faldas de tejidos ligeros con gran volumen que se combinan con diferentes tops de punto y camisas dando un toque desenfadado a todo el conjunto, una versión modernizada del estilo victoriano. Siguiendo con este juego de contrastes destacan al mismo tiempo los modelos de líneas sobrias y arquitectónicas enriquecidas con el dibujo y la textura del brocado de seda que dan como resultado vestidos con faldas rectas o de gran volumen de extrema modernidad. Para el 2016 Rosa Clará, en su afán por continuar tomando el pulso a la moda, acerca al mundo nupcial las tendencias de moda más internacionales y sigue innovando en cuanto a la selección y combinación de tejidos, siempre cien por cien naturales y de la máxima calidad como los brocados de seda, los encajes creados en telares antiguos, crepes, muselinas, georgettes, mikados u organzas de seda. Una nueva colección que destaca la feminidad por encima de todo y favorece diferentes estilos de novia pero manteniendo siempre su misma esencia.