Fue un postre de petit choux de nata con penacho de chocolate, degustado en un restaurante parisino, el inspirador de la nueva colección de novia 2017 de la diseñadora Maite Segarra para Jesús Peiró. Surgidos de un estado imaginario de dulce fantasía cada modelo se abre a un mundo de texturas y sensaciones creando una colección alegre y femenina en la que conviven siluetas de gran volumen junto a diseños más estructurados cortados con precisión. El color es el sorprendente protagonista, destacando suaves versiones de rosa y azules ahumados que se alternan con blancos cálidos y otros mucho más claros aportando luminosidad a la riqueza de tejidos de la colección, con bordados de paillettes y abalorios de cristal, tules de algodón, blondas de grandes motivos florales y guipures. Los tejidos mesh parecen rejillas o mallas pero son en realidad encajes de chantilly y las influencias del pret-à-porter se dejan ver en diseños lenceros con transparencias y tímidos corsés. Siguen en tendencia los escotes y las espaldas pronunciadas, con enormes lazos y hombros al descubierto y los cropped top que se superponen a algunos vestidos. Como novedad destacan las túnicas con falda o los delicados cuerpos en patchwork y complementos como las joyas textiles, los tocados o los boleros con mangas. Todo un universo de sensaciones creadas para vestir a una novia delicada y perfumada de caramelo.
Fotografía: Jesús Peiró