Seguro que muchas de vosotras de pequeñitas habéis tenido el sueño de ser bailarinas. Yo confieso que no lo he tenido, lo que yo quería ser era un Ángel de Charlie, pero eso puede ser motivo para otro post. Muchas de mis amigas sí tenían esa ilusión y acababan apuntándose a clases de ballet pero pocas soportaban la presión y el sacrificio que supone llegar a ser bailarina porque en realidad lo que ellas querían era simplemente ponerse un tutú. Hace tiempo ya os hablé en otro post de los tutús en las damitas de honor pero ahora os quiero hablar de su uso en los vestidos de novia. No es una novedad, ya que hace ya más de dos temporadas que se pusieron de moda en España y muchos fueron los diseñadores que presentaron sus colecciones mostrando algún que otro modelo de estas características. Recuerdo especialmente la colección de Rosa Clará para el 2011, en la que además apostaba por el tutú de color negro, me pareció precioso. Debido a su forma y diseño el tutú es perfecto para novias románticas que buscan resaltar su feminidad, pero también puede ser una apuesta atrevida utilizarlo en combinación con corsés, originando así una atractiva mezcla de inocencia y seducción. Y a pesar de su aparente pomposidad, si vuestro estilo es más desenfadado podéis combinarlo con una chaquetita de lana no necesariamente blanca, cualquier otro color os ayudará a romper con el blanco del vestido y os puede servir además para destacar algún otro complemento como el ramo de novia o los zapatos. Eso sí, para mí nadie como Marilyn Monroe para lucir un tutú y si no fijaos bien en la última fotografía.
Fotografía: StudioWed, Pinterest, Anjou Clothing, Bridal make overs, Princess Doodle Beans, Popography, Carla Ten Eyck