¡Anda los donuts!
A muchas de vosotras quizás esta expresión no les diga nada pero a las que ya hemos pasado la treintena y algo más nos trae recuerdos escolares de una infancia muy dulce y cuando digo dulce no me refiero únicamente a la inocencia de aquellos años sino al tesoro que escondían la mayoría de nuestras carteras escolares: los adorados donuts. Me he dado cuenta de que hay verdaderos fans de los donuts, yo misma me considero uno de ellos, por lo que pienso que sería una buena idea incorporarlos en tu propia boda, ¿por qué no?. Como aperitivo la verdad es que es un poco contundente pero para la recena es ideal, además su azúcar glasé actuará de reconstituyente inmediato tras varias horas de baile incansable. Podéis colocar un buffet de donuts, una barra libre e incluso contratar un servicio específico, en EE.UU existen furgonetas que únicamente sirven donuts. Si sois fieles al original imagino que os será difícil incorporar algún otro sabor pero los hay buenísimos, con y sin agujero, de todo tipo, variedad , relleno y cobertura. A los niños también podéis dedicarles su propio buffet con mini-donuts y hasta los podéis combinar con un vaso de leche para los que aguanten hasta el amanecer, nada mejor que acabar el día de vuestra boda con un buen desayuno. Y para los más adictos os recomiendo el pastel de bodas hecho con donuts, original y divertido, seguro que os chuparéis los dedos en más de una ocasión.
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