Si algo tenemos en nuestro país es el arraigo de las tradiciones, y no me refiero únicamente a las tradiciones culturales o religiosas, sino también a tradiciones sociales y familiares, esas que se han ido transmitiendo de generación en generación y que hemos ido adaptando como una forma de vida, de ser y de sentir. Podría nombrar muchas de ellas como la paella de los domingos, la siesta o la cervecita al salir del trabajo, pero si hay una que me gusta especialmente es la del vermut. Sobre todo en verano, cuando las terrazas se llenan de gente que busca una sombra bajo la que protegerse de los rayos del sol y refrescarse tomando un buen aperitivo.
Aunque el origen del vermut como bebida se remonta a la antigua Grecia, en nuestro país empezó a comercializarse en Reus, convirtiéndose en una tradición que se popularizó en los años 70, cuando las familias se reunían en los bares y tabernas de los pueblos al salir de la misa de los domingos.
El vermut siempre ha sido la antesala de la comida y no solo lo compone la bebida de la que recibe su nombre sino un acompañamiento sólido en forma de tapa, siendo las más comunes las aceitunas y las patatas fritas, aunque también todo tipo de conservas. A día de hoy se ha convertido en uno de los aperitivos más comunes y populares de nuestra cultura y algo tan característico y tan nuestro merece un lugar en vuestra boda, no creéis? En el post de hoy os propongo una barra de vermut para recibir a vuestros invitados tras la celebración de la ceremonia y antes del almuerzo. La puesta en escena merece la pena y seguro que sorprende a más de uno, podéis crear una auténtica Vermutería y ofrecer distintos tipos de vermut acompañados de latas de conservas variadas como berberechos o mejillones, con diferentes salsas, además de las patatas fritas que podéis presentar dentro de cucuruchos de papel o en latas grandes. También podéis crear combinaciones divertidas mezclando el vermut con otras bebidas y decorar la barra con elementos tan característicos como cajas de madera antiguas de gaseosa o los típicos sifones de colores. A mí me parece una propuesta ideal para bodas de verano. Y a vosotros, qué os parece? Os animáis a montar una Vermutería en vuestra boda?
Fotografía: Bodas de Cuento, Mónica Carrera, Detallerie, Díez & Bordons, Forraje Films, Saó Càtering, La Vermutería, Lilicook Gastrobar, Josep Gallardo, Mallol Catering