Son tus mejores amigas y quieres que también sean protagonistas en tu día más especial porque habéis compartido buenos y malos momentos desde que os conocisteis y entre vosotras surgió esa química especial que sólo se tiene con algunas personas y que dura eternamente. Por eso ellas se merecen una ‘pedida’ como Dios manda, una mini-fiesta sólo para vosotras, un brunch único en el que comer, beber, hablar, recordar y sobre todo reír mucho y disfrutar todavía más, porque aunque vuestro estado civil varíe hay algo que nunca cambiará y es vuestra amistad. Os propongo que quedéis en algún sitio especial para vosotras, ese lugar al que os gusta volver en verano o donde solíais reuniros cada tarde al salir de la universidad y una vez allí, organicéis un brunch, una comida, cena o lo que más os guste. En el post de hoy veréis algunas ideas que podéis adaptar a vuestro estilo o incluso reproducir tal cual. El objetivo es pasar un día en la mejor de las compañías con un plan final, pedir a vuestras mejores amigas que sean vuestras damas de honor el día de vuestra boda. Y ellas, que seguro que es algo que estarán deseando oír desde que les anunciaste la gran noticia, se tirarán a vuestros brazos sin dudar y con alguna lagrimilla rodando por sus mejillas os darán un SÍ tan rotundo que se enterarán hasta en el Polo Norte. Porque puede pasar el tiempo, los años y las estaciones pero una buena amistad siempre permanece inalterable, como ese primer día en el que reisteis juntas a carcajadas por primera vez y supisteis que lo vuestro iba a ser para siempre.
Fotografía: J. Wiley Photography / Diseño: Intertwined Events