DIY: DESAYUNO DE SAN VALENTÍN
Se acerca San Valentín y como soy de las que piensa que el amor hay que celebrarlo a diario pues está claro que el día de los enamorados por excelencia no vamos a dejar pasar la oportunidad, verdad? Los que me conocéis sabéis que si hay algo que me encanta de los fines de semana es desayunar en la cama, tengo la suerte de contar con un compañero de viaje que madruga más que yo y que después de hacer el desayuno de los niños prepara el nuestro y desayunamos juntos en la cama. Es un clásico del fin de semana, así que creo que al menos una vez al año tendría que corresponderle y he pensado hacerlo para San Valentín. Buscando ideas por internet he encontrado este tutorial para hacer malvaviscos, marshmallows o nubes de algodón (como queráis llamarlos) con forma de corazón y que acompañados de un buen tazón de chocolate caliente puede ser un detalle romántico para ese día. No obstante y aunque la idea me ha parecida preciosa, yo añadiría además un platito de churros recién hechos, no sé, es como más nuestro no? Vais a necesitar: 7 cucharaditas y media de gelatina en polvo, media taza de agua helada, media cacerola de agua, 1 taza y media de azúcar, 1 taza de jarabe de maíz, un cuarto de una cucharadita de sal, media cucharadita de extracto de menta, 2 cucharadas de azúcar en polvo, 2 cucharadas de fécula de maíz o maicena y unas gotas de colorante alimenticio.
Pasos a seguir:
1. Tamizar el azúcar en polvo y la maicena en un tazón pequeño. Coger un molde y rociar con spray antiadherente y ligeramente con la mitad de la mezcla en polvo de azúcar y maicena.
2. Colocar la gelatina y el agua fría en una batidora y batir ligeramente. Dejar reposar hasta que se una y forme una textura como la gelatina dura.
3. En una cacerola pequeña a fuego alto, se agita la ½ taza de agua, el azúcar, el jarabe de maíz y la sal restante ligeramente hasta que el azúcar se disuelva. Cocer el azúcar hasta que la temperatura alcance unos 110 grados.
4. Una vez que la mezcla de azúcar ha llegado a 110 grados, verter el azúcar sobre la gelatina en la batidora y batir rápidamente. Después de aproximadamente 6 minutos, la mezcla comienza a espesar y toma un aspecto mullido, blanco y brillante, aunque puede que se tenga que seguir batiendo durante unos 10 minutos. A continuación, añadir el extracto de menta y mezclarlo. Es importante hacer este paso con rapidez.
5. Distribuir la mezcla por el molde con cuidado porque estará muy pegajosa y será difícil de colocar. Añadir unas 10-15 gotas de colorante alimenticio de color rosa para colorear uniformemente los malvaviscos. Con ayuda de un cuchillo de mantequilla, girar ligeramente las gotitas para crear un efecto de mármol.
6. Espolvorear el resto del almidón de maíz y la mezcla de azúcar en polvo sobre la mezcla y dejar descansar durante toda la noche.
7. A la mañana siguiente sacar la mezcla con mucho cuidado y con ayuda de un cortador de galletas con forma de corazón, dar forma a los malvaviscos.
La verdad es que si disponéis de tiempo y sois manitas en la cocina no vais a tener problema en hacerlos pero si sois como yo, que me falta el tiempo a todas horas, la opción más sencilla es que compréis los malvaviscos y únicamente les deis forma de corazón e incluso podéis comprarlos ya con la forma hecha. Ya sé que no es lo mismo pero es una solución fácil para que podáis disfrutar de un romántico desayuno de San Valentín. Eso sí, la puesta en escena es tanto o más importante que el desayuno, así que os recomiendo que os deis una vuelta por nuestra sección especial de regalos para parejas enamoradas y echéis un vistazo a nuestras tazas más originales, además este año como cae en festivo, podréis alargar el desayuno tanto como queráis…
Fotografía: Stephanie Todaro para Lauren Conrad