Además de las bodas, otra de las cosas que me apasiona es la decoración. Por eso me alegra comprobar que cada vez más ésta empieza a formar parte del mundo nupcial, tomando cada vez más importancia a la hora de planificar una boda. Atrás quedó la época de los fríos e impersonales salones de hotel para celebrar el día más importante de tu vida, y no es que la gente ya no se case en los hoteles, sino que estos también cada vez más apuestan por una imagen cuidada y personal, algunos incluso hasta permiten cambios decorativos a los novios. Hace unos años la decoración era algo que ‘venía dado’ y ni siquiera nadie se planteaba modificarla, ahora las bodas se tematizan y los elementos ornamentales son los que dan el punto diferencial a la celebración. Hoy os traigo varios ejemplos de elementos decorativos que encontré en una boda muy particular, con un toque vintage y muy francés, una boda donde la decoración se convirtió en el elemento más importante. Hay múltiples detalles, pero a mí me han encantado sobre todo dos, las sillas de hierro viejo con el ramillete de lavanda en la parte posterior y las tarjetitas de las mesas.
Fotografía: Clayton Austin