La decoración transparente es tendencia y va a ser la protagonista de muchas de las bodas que veremos la próxima temporada. Con el regreso a lo natural se busca la sencillez en la decoración y una mirada limpia, sin filtros y sin artificios inunda el universo boda en todas sus versiones. Las tonalidades fuertes desaparecen y el color se disuelve con el ambiente potenciándolo a través de las transparencias, una forma única de conseguir una comunión perfecta entre el paisaje y el espacio nupcial. No hay límites ni barreras que enmarquen el universo decorativo, empezando por el espacio para el que muchas parejas eligen el interior de un invernadero totalmente acristalado o, en su defecto, una carpa transparente que les permita disfrutar del exterior con la comodidad de adaptar la temperatura interior en el caso de que sea necesario. Los elementos naturales o las flores se incluyen y dan el toque de color a las transparencias tanto en el sitting como en la cartelería. Las invitaciones se imprimen o se caligrafían a mano en finas láminas de papel plástico y también los portalianzas dejan ver lo que guarda su interior. Quizás la decoración de mesa sea el entorno donde más se apuesta por el juego de transparencias, utilizando bajo platos de cristal sin color que dejan ver la base, normalmente de madera, de la mesa o la misma vajilla que en ocasiones se caligrafía a modo de sitting. Las sillas, tanto en la ceremonia como en el momento del banquete también se apuntan a esta tendencia, predominando el famoso modelo Louis Ghost que popularizó el diseñador Philippe Starck.
Fotografía: Happy Wedd, Leah Lombardi, Oh Best Day Ever, Jessica Kettle Photography, Kate Olstein, Vellum & Vogue, The Wedding Boutique, Sarah Kathleen Photography, Arna Bee, Elena Pavlova, Shane Shepherd, Freckle Photography