Desde que empecé con el blog, cada año por estas fechas le dedico un post a uno de mis elementos naturales favoritos del otoño, las calabazas. No sé si es el síndrome de la Ruperta (una es de la generación que no se perdía cada viernes el 1, 2,3) o si es por su forma o incluso por su sabor (me pirra en crema y en bizcocho), el caso es que me encantan las calabazas para todo, pero me gustan especialmente para decorar una mesa, una habitación y por supuesto, una boda de otoño.  El tutorial de hoy os ayudará a decorarlas dándoles un aire rústico que hará que queden ideales en cualquier rincón de vuestra boda, a la entrada de la ceremonia,  como centro de mesa, en la mesa de firmas y si os quedan tan bonitas como las de las fotos hasta podéis usarlas como regalo para vuestros invitados añadiendo una etiqueta con vuestros nombres y la fecha del enlace. Vais a necesitar: calabazas de distintos tamaños, pintura blanca en aerosol, tela de arpillera y/o de algodón, cuerda rústica, Baker’s Twine y pegamento fuerte. Como veréis hay distintos modelos de calabazas, podéis empezar con las más sencillas que son las que van pintadas y acabar con las más elaboradas, las forradas.

CALABAZAS PINTADAS

Lo primero que tenéis que hacer es limpiar la calabaza y rociarla bien con pintura de aerosol blanca, dejarla secar y una vez se haya secado tenéis dos opciones, podéis dejarla pintada tal cual y ya está o podéis ribetear las formas de la calabaza con Baker’s Twine o con un cordel rústico. Si la idea es poner más de una os recomiendo que combinéis las dos opciones.

CALABAZAS FORRADAS

Para forrar las calabazas podéis utilizar tela de arpillera o también tela de lino o algodón cortada a tiras. En el primer caso luego podéis hacer un nudo en la parte superior como si de un saquito se tratara y poner incluso una etiqueta con el nombre de los novios y la fecha, como ya os he comentado antes. La tela de arpillera la podéis dejar tal cual o decorarla a su vez con la Baker’s Twine.

En el caso de que decidáis forrar la calabaza con tiras de tela de algodón, lo mejor es que las peguéis a la superficie con pegamento ya que de esta forma quedarán más sujetas y evitaréis que se caigan.

Otra forma de forrar las calabazas es rodeándolas en su totalidad con Baker’s Twine o con cuerda rústica. En este último caso, para que la composición os quede mucho mejor podéis cortar los tallos de las calabazas con cuidado y posteriormente pegarlos de nuevo sobre ellas para que tanto la cuerda como la Baker’s Twine quede bien sujeta.

Y por último hay otra opción que vale tanto para las calabazas pintadas como para las forradas y consiste en decorar los propios tallos forrándolos con cuerda rústica. Como podéis ver quedan ideales, así que si os ha gustado ya podéis ir poniendo en práctica el tutorial. Yo empiezo este fin de semana!

Fotografía: Bell Jar Vintage