El tutorial de hoy tiene tintes navideños y podéis utilizarlo tanto para una boda en invierno como para decorar cualquier rinconcito de vuestra futura casa. La verdad es que si vivís cerca de una zona de montaña os puede resultar de lo más económico ya que la mayoría de elementos son naturales y se pueden encontrar fácilmente en esta época. Se trata de hacer pequeñas coronas de Navidad, aunque podéis hacerlas también a mayor tamaño pero la versión mini a mí me gusta casi más ya que tiene múltiples utilidades. Podéis usarlas como decoración de los platos, vasos e incluso servilletas, como seating de mesa, colocando una tarjetita con el nombre de cada uno de los invitados, como regalito para los asistentes a la boda o simplemente como decoración de una puerta, de un armario o de una pared. También pueden quedar muy bonitas si unís varias de ellas con una cuerda o con hilo de pescar formando una guirnalda.
Vais a necesitar: bayas, ramas, acebo, tijeras, clips de oficina y cuerda o hilo grueso.
Pasos a seguir:
1. Juntar varias ramas y bayas, cuanto más finas y flexibles sean mucho mejor. Si veis que las ramas están sucias o un poco rígidas, remojarlas antes en agua caliente durante unos minutos.
2. Ir dando la forma de corona juntando los elementos vegetales con una cuerda y sujetando los dos extremos con ayuda de un clip de oficina. Dejar secar.
3. Una vez que la corona esté seca, atar los extremos con un trozo de cuerda rústica o hilo grueso y retirar el clip.
4. Adornar la corona con algún elemento natural que le dé color como el acebo o el muérdago. Tenéis que ir metiéndolo bajo el hilo con cuidado hasta conseguir el efecto deseado.
5. Si veis que el resultado final ha quedado con un aspecto un poco ‘salvaje’ podéis ir recortando los extremos con ayuda de unas tijeras.
Y ya está! A que quedan súper bonitas??
Fotografía: Lovely Indeed para The Sweetest Ocassion