Estas vacaciones he tenido tiempo de reencontrarme con muchas cosas, algunas de ellas aparcadas, otras escondidas y algunas incluso olvidadas. Volver al campo, al pueblo y más concretamente a la casa de mis abuelos siempre es un viaje placentero para los sentidos y para la memoria. Por eso hoy he querido iniciar esta nueva etapa tras las vacaciones de verano con un post que me trae gratos recuerdos, los de mi abuela materna, una gran costurera, amante del ganchillo, de las cosas hechas a mano y de todo tipo de labores y costuras. Si alguna de vosotras es como ella podréis hacer de vuestra boda algo especial con tan sólo aguja, hilo e imaginación. Las fotografías que hoy os traigo ilustran todo tipo de ideas que podéis confeccionar vosotras mismas, empezando por el marco de la ceremonia, realizado con telas de diferentes colores, botones divertidos de distinta forma y tamaño, carretes de hilo y bobinas de lana. ¡Me ha encantado! También podéis colgar unas guirnaldas confeccionadas con triángulos de tela de colores divertidos o colocarlas adornando los buffets, es un detalle sencillo pero muy vistoso. Otra idea que me ha gustado es la de decorar distintos modelos de sillas antiguas con tapetes de ganchillo y utilizar el mismo recurso para adornar el coche de los novios, nunca se me hubiera ocurrido. Y ¿qué os ha parecido la idea de utilizar como centro de mesa un costurero? Sencillamente genial, además de original. Para acabar no podía dejar pasar el detalle del chal de ganchillo de la novia, un complemento vintage en auge que me tiene enamorada. Lo veo perfecto para dar un toque rústico al conjunto.

Fotografía: Clayton Austin