Si estáis pensando en organizar una boda al aire libre con un toque rústico y buscáis ideas inspiradoras, os diré que no hay nada más campestre que un día de picnic. Os lo recomiendo para bodas que huyen de convencionalismos y en las que lo que se busca es más pasar una jornada divertida e informal en compañía de familiares y amigos que la típica boda ‘encorsetada’. Podéis personalizar vuestro particular picnic con detalles originales como repartir mantas de patchwork de colores llamativos por el césped, para que los invitados puedan sentarse sobre ellas y que a la hora de la comida puedan incluso servirles como ‘mesa’. Para el momento del almuerzo tenéis varias opciones, o bien repartís el menú de la boda en el interior de pequeñas cestitas de mimbre o bien colocáis unos buffets para que los invitados puedan servirse directamente lo que deseen. Pero si buscáis comodidad, lo mejor es que coloquéis unas mesas de madera, del estilo a las que hay en los típicos merenderos, donde todo el mundo pueda sentarse tranquilamente. Como menú podéis ofrecer sándwiches mixtos, tablas de queso o embutidos acompañados de pequeños cubiertos de madera y para el postre la mejor opción es la fruta fresca, que podéis presentar también de forma práctica y divertida colocándola en el interior de pequeñas bolsitas individuales de papel kraft al estilo americano. Es imprescindible una barra de zumos naturales y refrescos. Para entretener a los invitados podéis organizar juegos divertidos que puedan desarrollarse al aire libre, como las carreras de sacos o un partido de croquet. El hecho de poder hacerlo en el exterior es perfecto para preparar cualquier tipo de actividad, sobre todo las dirigidas a los más pequeños. Si ponéis en práctica todas estas ideas seguro que vuestra boda se convertirá en un día extraordinario ‘día de campo’.
Fotografía: Wildflowers Photos, Hope Feathers Photography, Every Last Detail, Akimbo, Ruffled, Sweet little Pfotographs, Just be Splendid, Design Sponge, Dandelion & Grey, Kevin Coffey, France Ruffenach.