La belleza y la interculturalidad de Marruecos protagoniza la decoración de una mesa de boda inspirada en un país rebosante de vida y colorido, en el que muchas de sus ciudades emblemáticas han sido escenario de famosas películas como Casablanca o Lawrence de Arabia. La idea creativa de la decoración recrea un ambiente suntuoso pero al mismo tiempo acogedor formado por una mesa baja y alargada de madera blanca decapada con distintos cojines y pufs de tela estampada distribuidos a su alrededor, farolas de oro viejo y una típica alfombra marroquí que da cobijo a toda la composición.
Las flores se alzan como eje central de la decoración inundando de colorido todo el conjunto, en el que dominan los tonos coral y anaranjados con las dalias como principales protagonistas.
Me gusta mucho la idea del camino de mesa formado por frutas diversas como uvas y naranjas, combinadas con pequeñas copas de vino de bronce con flores a modo de jarrón. La cristalería típica marroquí de colores variados, las servilletas blancas tejidas a mano y los grabados de la vajilla en platos y bajoplatos, consiguen recrear el exotismo característico de la belleza oriental del país africano. Un escenario que se completa con la exquisita y trabajada gastronomía compuesta por una diversidad de platos igual de coloristas, extremadamente sabrosos y llenos de especias que tienen en el mezze, al aperitivo ideal formado por panqueques de calabacín con crema y guarnición de semillas de granada, junto al famoso té de menta helado y en la que no podía faltar un delicioso baklava, un pastelito típico marroquí elaborado con una pasta de nueces trituradas sobre masa filo bañada en almíbar. Sólo hace falta cerrar los ojos para sentir que estamos en pleno corazón de Marrakech, no os parece?
Fotografía: Steve Steinhardt / Diseño y planificación: Modern Dame / Catering: Haute Chefs LA / Flores: Holly Flora / Alquier material: Dish Wish