Estamos entrando de lleno en esa época del año en la que sales de casa por la mañana con chaqueta, te asas de calor a mediodía y por la noche ya empiezas a taparte con el nórdico porque de madrugada se te quedan los pies fríos. Esa época difusa del entretiempo en la que los días se acortan y las noches se hacen más largas y, aunque soy de las que prefiero el verano, también me apetece que lleguen ya los días de mantita y chimenea y, con ellos, las bodas de otoño y de invierno. Pensando ya en ellas he escrito el post de hoy, dirigido a todos los que os casáis en esta época del año, que cada vez sois más. La idea que os propongo es que dediquéis un rinconcito de la boda al abrigo de vuestros invitados. A pesar de que la mayoría de ceremonias de otoño e invierno suelen celebrarse en interior, todavía hay novios que arriesgan haciendo el aperitivo al aire libre o incluso las copas o acondicionando un espacio de chil-out para el momento del baile. Pensando en ellos podéis crear un córner o pequeño rincón con varias mantitas para que puedan cogerlas y abrigarse si tienen frío. En función del tipo de boda lo podéis decorar de manera más rústica utilizando por ejemplo cestos de mimbre, cajas de madera o baldes de zinc con mantas de lana a cuadros, que siempre dan un aire más campestre o si lo preferís podéis colocar directamente las mantas sobre cada una de las sillas de los invitados o en el momento de la ceremonia sobre los bancos. Espero que os guste la idea!
Fotografía: Sara Lázaro, Sherri Cassara Designs, Bridal Musigns, Pinterest, Green Door Photography