Hay muchas costumbres que caracterizan las navidades pero sin duda alguna, una de ellas es la de reunir a la familia en grandes y largas mesas decoradas para la ocasión y acompañadas por los más ricos manjares. A mí es una de las cosas que más me gusta, el poder disfrutar de una comida o una cena con las personas que más quieres, sin importar el tiempo que uno esté sentado porque además estas reuniones suelen alargarse hasta altas horas, llegando incluso a pasar de la comida a la cena sin habernos si quiera levantado de la mesa. En las bodas sucede algo parecido, son ocasiones propicias para el reencuentro, las tertulias, las risas y las charlas sin fin alrededor de una mesa. Por eso es importante dedicar un tiempo a la planificación y distribución de los invitados pero también al tipo de mesa que queréis para vuestra boda. En el post de hoy os quiero hablar de las mesas imperiales, que siguen en boga esta temporada, siendo unas de las más solicitadas por los novios y, aunque cada vez es más frecuente la combinación de distintos tipos de mesa y materiales, seguirán pegando fuerte en las bodas de 2019. Son ideales tanto para bodas de gran formato como para bodas más íntimas, a veces una única mesa para 20 ó 30 personas puede bastar para una boda celebrada en la intimidad, además tienen la ventaja de que os ahorrará problemas de espacio. Estéticamente os pueden dar mucho juego, no sólo en la decoración sino también a la hora de las fotografías, los planos altos en picado a todo el conjunto de mesas quedan espectaculares.
Este tipo de mesas propician un tipo de decoración específica, funcionando muy bien la decoración suspendida, bien sea utilizando elementos naturales, velas o lámparas.
De lo que se trata principalmente es de evitar que la decoración central impida la interacción entre los invitados que se sientan unos frente a otros, por eso, si decidís decorar la base de la mesa debéis pensar en un tipo de decoración de poca altura que la recorra de lado a lado, en este caso son ideales las guirnaldas florales o de verdes, los caminos de mesa o una mantelería específica que cubra todo el conjunto. Es importante tener en cuenta el tipo de boda, ya que si queréis darle un aire rústico lo mejor es colocar mesas de madera sin mantel, son perfectas tanto en verano como en invierno y la decoración floral se puede adaptar a las distintas épocas del año. Pero si vuestra idea es conseguir un aire más propio de la campiña italiana con algún toque silvestre, los manteles de cuadros vichy son una opción ideal. Para bodas más sofisticadas la mantelería es imprescindible, utilizando siempre tejidos delicados, como el lino, combinados con un estilo de silla clásico. En este caso además podéis jugar con la decoración suspendida de grandes lámparas de cristal que aportarán calidez y sofisticación a toda la mesa. Como veis, sea cual sea vuestro estilo de boda, la mesa imperial puede ser vuestro mejor aliado.
Fotografía: The Love Forest, F2studio, The Visual Partners, Javier Agundez, Mel Barlow, James Frost, Muravnik, Pinterest