Como ya sabéis, a principios de mayo asistimos, un año más, a la puesta en escena de las tendencias en vestidos de novia y fiesta que se llevarán la próxima temporada. Quizás lo que más llamó mi atención de esta nueva edición de la Barcelona Bridal Week fue la ausencia de una única línea estética ya que la mayoría de diseñadores se decantaron por una tendencia a la diversidad de estilos, muchos de ellos con algún ligero punto en común pero siempre pensando en novias diferentes, con caracteres y gustos de lo más diverso. Cabe destacar que en prácticamente todos los desfiles se percibió también una vuelta al romanticismo, a la novia tradicional, muy femenina, sensual y con un gusto exquisito por los detalles. Por eso hoy he elegido una temática de inspiración romántica para la decoración de bodas en las que predomine el gusto por lo clásico pero siempre desde un punto de vista actual con reminiscencias a un pasado glorioso salpicado por lo vintage. Con detalles de metal envejecido, cubiertos de plata, jarrones de cristal, candelabros y muebles restaurados de estilo afrancesado, salpicados por algún detalle handmade. Las imágenes muestran la recreación de un ambiente que evoca la campiña inglesa, donde las aplicaciones y las coronas de flores adquieren protagonismo convirtiéndose en la esencia de lo romántico. Detalles también en el estilismo nupcial, como el cinturón del vestido de la novia, adornado por una llave antigua o el parasol de tejido calado que, cubriendo el rostro de los enamorados hace más romántica la escena, si cabe.
Fotografía: Maria Mack Photography