Un globo, dos globos, tres globos
Tu madre siempre te ha dicho que ya va siendo hora de que sientes la cabeza y tú, por mucho que la fecha de tu boda esté cada vez más cerca, no entras en razón. No te preocupes, no es que tengas el síndrome de Peter Pan, lo que te sucede nos pasa a un reducido (o no tan reducido) tanto por ciento de la población que por mucho que pasen los años seguimos riéndonos a carcajadas con las aventuras de Tom y Jerry y soñamos con nubes de caramelo rosa cada vez que pisamos una feria. Pero hasta ese ‘defecto’ podemos utilizarlo en nuestra boda haciendo un guiño a nuestra más tierna infancia. ¿Te atreverías a asistir a tu propia boda con un enorme ramo de globos? Sí, has oído bien, de globos. Seguro que a las que pertenecéis a ese (¿reducido?) tanto por ciento de población no sólo no os parecerá raro sino que lo encontraréis una idea de lo más acertada. No quiero decir con esto que os paséis toda la boda con globos en la mano, pero sí que podéis utilizarlos a la hora del reportaje fotográfico, como veréis en las imágenes que ilustran el post seguro que os saldrán unas instantáneas preciosas para vuestro álbum de fotos.