La idea de decorar con velas siempre es acertada y en una boda de tarde-noche todavía más. Las velas ofrecen infinidad de posibilidades decorativas pero hoy me voy a centrar en las velas colgantes que suelen dar mucho juego ya que permiten distintas ubicaciones, podéis utilizarlas para enmarcar la ceremonia, para destacar una zona especial, dar intimidad a un pequeño rincón o como iluminación decorativa de las mesas, lo que dará al momento de la cena un aire más íntimo y romántico. No es necesario recargar la decoración para conseguir un efecto natural, basta con un simple tarrito de cristal y una vela de té. Los tarritos podéis decorarlos o bien dejarlos tal cual pero siempre deberéis tener en cuenta que se han de colgar, por lo que si llevan algún tipo de asa mucho mejor, si no la llevan tampoco es mucho problema porque podéis hacérsela vosotras mismas con ayuda de cuerda, cinta o alambre. A mí me encanta cenar a la luz de las velas, además todo son ventajas porque además de ser una decoración súper económica podéis llevar luz a sitios insospechados donde puede que ni llegue la electricidad, como un jardín o una pradera, el efecto que se crea bajo los árboles es espectacular. Eso sí, si utilizáis las velas al aire libre aseguraos siempre de que el recipiente donde las vais a colocar es suficientemente alto como para que el aire no las apague.
Fotografía: Glen Alsop, Ella Blue Studio, A diary of lovely, Loverly, Martha Stewart, Erin Chris Photography, Pinterest, Fire Garden Weddings
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