Muchas veces a la hora de poner en práctica todas las ideas que hemos ido pensado para nuestra boda sucede algo que nos obliga a replantearnos una parte tan importante y fundamental como es el espacio donde va a tener lugar la celebración. Yo particularmente no soy muy partidaria de las carpas, pero reconozco que en ocasiones son necesarias y gracias a ellas podemos hacer una comida en el exterior sin estar sufriendo todo el rato por el tiempo, la lluvia o el frío y muchas veces incluso podemos llegar a un número elevado de invitados que probablemente en otro espacio cubierto no cabrían. Sea como sea, las carpas de hoy en día no tienen nada que ver con las de hace unos años. En el mercado existen modelos preciosos que pueden adaptarse perfectamente a todo tipo de decoración, de los que además incluso puedes elegir el color de las telas. ¿Pero qué sucede cuando es más importante el exterior que la decoración interior? Pues que hay que intentar que esa vista exterior esté presente de la manera más sutil. Y para ese fin existen las carpas transparentes, un tipo de carpa cuyas paredes y techo están confeccionados con plástico totalmente transparente. Es la mejor manera de integrar espacios, ya que da la sensación de que sigues estando en un exterior pero con la ventaja de que no padeces las inclemencias del tiempo, ya puede llover o hacer frío, que si la carpa está bien acondicionada dentro ni se nota. Si además la decoráis con pequeñas lucecitas de verbena, el efecto al hacerse de noche es espectacular. Hace unos días publiqué una boda que se celebró en una de estas carpas, hoy he seleccionado unas imágenes donde podéis apreciar mejor su estética. Espero que ayude a todas las que, por un motivo u otro, tenéis pensado casaros en el interior de una carpa.
Fotografía: The Image is Found