INSPIRACIÓN: AZUL OCÉANO
Seguro que cuando pensamos en una boda de invierno difícilmente viene a nuestra mente la visión del mar pero me parece un contraste precioso para aventurarnos a dar el paso o realizar un pequeño reportaje pre o post boda. Hace un par de años encontré la sesión de inspiración que hoy os traigo, recuerdo que me gustó mucho cuando la descubrí, por lo que la guardé dentro de una de mis carpetas de inspiración para publicarla en el blog y el otro día, haciendo limpieza de todo el material acumulado durante todo este tiempo, me volví a encontrar con ella. A pesar del tiempo que había pasado me di cuenta de que me sigue gustando como el primer día por lo que hoy la comparto con vosotros antes de que pasen dos años más.
El escenario no puede ser más ideal, una romántica boda de invierno bajo un cielo gris y frente al mar azul.
Se ha intentado transmitir calidez en la sesión a pesar del frío del paisaje, me encanta especialmente la recreación del interior de un salón, con la estructura de madera de la chimenea y los troncos apagados bajo ella, da la sensación de estar en un entorno donde realidad e imaginación se mezclan en un espacio onírico. El color protagonista es el azul océano que, junto al blanco y una paleta de grises apagados tiñe de invierno el paisaje, salpicado por notas de plata en la vajilla y el menaje de la mesa, coronada por unos centros de cristal de mercurio con delicadas peonías y brunias que dan un aspecto elegante y atemporal. Algún mueble de almoneda de estilo afrancesado en combinación con las sillas en blanco y azul completan el conjunto, poniendo el broche final a una sesión que demuestra que celebrar una boda en la playa en pleno invierno puede ser algo tremendamente romántico.
Fotografía: Melanie Gabrielle