Las bodas de invierno nos ofrecen unas posibilidades únicas que no se dan en otra época del año, por eso conviene estudiar bien la ubicación no sólo de la boda sino también del reportaje de los novios, para poder sacarles el mejor partido posible. Hoy comparto con vosotros una sesión de inspiración invernal que tiene como telón de fondo el paisaje natural de las montañas nevadas, todo un espectáculo digno de ser fotografiado. En esta ocasión el entorno y el estilismo han propiciado que la sesión tenga un trasfondo medieval, como podéis apreciar en las tonalidades elegidas, grises, marrones y negros. Al mismo tiempo se ha buscado también jugar con