A medida que iba leyendo el mail de Laura, la novia protagonista del post de hoy, me venía a la cabeza la frase que he elegido para titular el reportaje: ‘cuando el amor no espera’. Y es que es totalmente cierto porque uno sabe cuando el amor es verdadero y si lo es, para qué esperar? Laura y Jorge se conocieron en Italia, concretamente entre Florencia y Venecia y a los 6 meses de empezar a salir ya se fueron a vivir juntos, así que apenas 3 años después decidieron casarse. Su boda tenía que reflejar ese amor tan pasional que sentían el uno por el otro, por eso se
Etiqueta: reportaje boda
Su amor por la familia, los amigos, los gatos y el estilo hippy de los años 70 marcaron el leitmotiv de su boda y es que Sophie e Ivar son unos amantes de la vida natural. Celebrada en los Países Bajos, se arriesgaron con una ceremonia al aire libre pero ellos querían transmitir lo que eran y su forma de amarse, por lo que no les preocupaba en exceso que la lluvia apareciese en un momento dado de la boda, quizás ese amor por la naturaleza fue lo que les premió regalándoles unos hermosos cielos nublados intercalados con intensos rayos de sol durante todo el día. Su boda fue una
Ya lo sabéis porque no me canso de decirlo, no sé que tienen los paisajes de otoño que me quedaría horas enteras mirando los árboles, el cielo, las montañas e incluso el suelo, que se tiñe de tonos ocres con la caída de las hojas. Cuando llega esta época me gusta buscar bodas que transmitan esa sensación de calor y melancolía y la que hoy os traigo es una de ellas. Sam y Daves se casaron en la Península de Mornington en Australia, en un lugar precioso rodeado de jardines de lavanda y plantas australianas originarias, de hecho se trata de un laberinto de especies autóctonas por lo que os
Ellen se enamoró de nuestro país cuando vino como invitada y Dama de Honor a la boda de una de sus mejores amigas. El paisaje, el clima y todo lo vivido durante aquella boda la marcó hasta tal punto que cuando un par de años más tarde decidió casarse con el hombre de su vida, el lugar elegido fue una bella zona de la costa catalana. Concretamente la localidad de Olivella, en Sant Pere de Ribes, en una masía de aire mediterráneo con capacidad para 70 personas, Casa Félix, perfecta para la boda íntima que tanto ella como Kevin querían para sus invitados. Su boda fue una boda a tres,
Lo más importante en la vida de Julia y Bobbie ha sido siempre su familia, su hogar y sus amigos, por eso quisieron celebrar una boda íntima con no más de 50 invitados. La pareja vive en el norte de Canadá, donde las bodas acostumbran a ser grandes pero increíblemente relajadas y querían mantener ese espíritu en el pequeño pueblo de Ontario, donde se encuentra la casa familiar de la novia. Entre todos ayudaron para que toda la logística y decoración de la boda saliera perfecta y lo consiguieron. Aunque inicialmente la ceremonia iba a tener lugar a orillas del río Millpond, debido a una fría y ventosa tarde decidieron
Sí, como lo oís. Cuando recibí el mail de Anabella, de Mangata, la verdad es que no supe bien a qué se refería hasta que acabé de leerlo hasta el final. Como voy más liada que una perdiz no pude hacerlo hasta varios días después pero el asunto de ‘la boda en obras’ me dejó con la intriga. Así que cuando ya pude sentarme y leerlo con tranquilidad, lo que vi me pareció una idea de lo más original que por supuesto tenía que compartir con vosotros. A simple vista puede parecer una idea algo loca y descabellada porque quién va a querer casarse en una boda en obras, pues