Ana & Lucas: una bucólica sesión pre-boda
Hay fotografías que cuando las ves por primera vez sin saber por qué transmiten sensaciones, estados emocionales, no sé si a vosotros os sucede pero a mí me pasa muchas veces. De repente abro un mail o me encuentro con un reportaje y me quedo como atrapada en la imagen, es una sensación extraña sentir como si la fotografía te hablase o te estuviera queriendo contar algo o llevarte a aquel lugar. Eso me sucedió cuando recibí un mail con la sesión de fotos que hoy os traigo, la de Ana y Lucas. No sé si es por la luz, que creo que se debe en gran parte a ello, pero todo el entorno en sí transmite como un halo de misterio que se mueve entre lo irreal y lo bucólico. La sesión se realizó en Granada, en un lugar con mucha historia, la zona de la Vega Granadina, en unas casetas que antiguamente eran secaderos de Tabaco y que en la actualidad se encuentran semiabandonados. Estar allí es como trasladarse en el tiempo y revivir los duros trabajos que allí se realizaban. Los novios querían un lugar con personalidad, con fuerza, con historia y lo encontraron. La segunda parte de la sesión estuvo rodeada de misteriosos bosques con árboles frondosos, como ya os he dicho antes, parte de la magia de las fotografías es la luz que hay en ese enigmático lugar, con reflejos verdosos bañados por un haz de luz dorada que parece salir directamente de la superficie solar y que se llega a colar incluso en las instantáneas en blanco y negro. El estilismo fue cosa de los novios, ambos querían algo sencillo, elegante y que a la vez rompiera con la naturaleza del propio lugar. Una estética muy lograda con un punto vintage y detalles como el sombrero de Lucas, la imagen de la cámara retro de Súper 8 o el cambio de vestido de Ana dejando ver un impresionante escote de espalda, consiguieron que la sesión fuera más impactante visualmente y que el entorno quedase totalmente a disposición del objetivo del fotógrafo.
Fotografía: Luis Cabeza