Os voy a hacer una confidencia personal, hoy hace un año que mi pareja me pidió que me casara con él y, romanticismos y cursiladas aparte, tenía que agradecérselo de alguna manera porque no existe un compañero de viaje mejor, así que el post de hoy va dedicado a él. Se trata de una pedida de mano muy romántica que tiene a San Valentín como protagonista, la verdad es que está a años luz de lo que fue mi pedida pero si en algo coinciden las dos es en que la sorpresa y el Amor estaban presentes. El novio hacía tiempo que quería sorprender a su novia y quiso inspirarse en el viejo glamour de Hollywood para preparar esta sesión de compromiso pre-boda. Lo comprobaréis en las fotografías que ilustran el reportaje, donde todo se ha cuidado al detalle, la vajilla, la cubertería, mantelería, la decoración de la mesa (con ese toque vintage que tanto me gusta), incluso el vestuario de los protagonistas, parecen realmente dos estrellas del celuloide. No es de extrañar que ante tal escenario la novia contestase con un SÍ rotundo a la propuesta ¿no?
Fotografía: Tonya Joy Photography