Parece que el estilo Boho se niega a abandonarnos y se reinventa a cada paso, del Boho más tradicional pasamos al Boho Chic y ahora es el estilo Urban Boho el que triunfa. Aparentemente no hay unos rasgos muy diferenciados entre ellos ya que siguen manteniendo la esencia bohemia y hippy que los vio nacer pero se readaptan según el contexto, la decoración y el espacio. El nuevo Boho o Urban Boho, mezcla diferentes texturas y tendencias tanto en vestidos como en decoración, así podemos ver tejidos tradicionales como el macramé conviviendo con elementos más exóticos como los candelabros de plata vieja o los kilims turcos. El Urban Boho es perfecto para novios que buscan naturalidad y comodidad, una boda con una personalidad muy marcada pero al mismo tiempo informal en la que los invitados se sientan con total libertad y espacio de movimiento, que puedan estar de pie o sentados y al mismo tiempo bailando o comiendo, por eso triunfan las mesas bajas con cojines por el suelo a modo de asiento, tanto a la hora del almuerzo como para decorar una zona específica de descanso o chill-out. La parte más estética se refleja en vestidos de novia largos, de líneas suaves, con bordados o crochet, vestidos túnica combinados con ponchos, chalecos o abrigos de pelo, una mezcla de los años 70 y del estilo Folk ideal para lucir con botas de cuero e incluso con los pies descalzos. Como complementos, largos collares étnicos con plumas, flecos o cuentas de madera, anillos de metal decorados con piedras naturales, un maquillaje suave y pelo suelto, semi-recogido o con una trenza lateral. Son los tips básicos que no deben faltar en una auténtica boda Urban Boho.
Fotografía: Urban Studios