Hace unos días sorteamos en el blog una sesión pre-boda y la verdad es que tuvo mucha acogida. Y es que últimamente se ha puesto muy de moda el realizar un reportaje fotográfico antes de la celebración de la boda, es una manera divertida de ‘despedirse’ de la soltería y de tener un recuerdo visual de un momento que es tan importante, bajo mi punto de vista, como el de la boda. Pero, claro, hace unos años esto ni se lo planteaban las parejas que iban a casarse, por lo que no han podido conservar físicamente ese momento especial. Pensando en ello encontré este entrañable reportaje y me dije… ¿por qué no tener también ese recuerdo una vez ha pasado ya un tiempo de la boda? En este caso sería un reportaje fotográfico post-boda y, aunque yo no esperaría a tener la edad de la pareja que hoy ilustra este post, sí que os recomiendo que lo hagáis. Además de divertiros posando es también una manera metafórica de renovar de forma íntima los votos matrimoniales y de seguir confirmando que el amor sigue presente en vuestras vidas, a pesar de los años. Porque el amor, como el buen vino, mejora con la edad. Yo ya me lo estoy planteando, y eso que apenas hace un año que me casé… Deseo que os guste la idea tanto como a mí.
Fotografía: Jesse Holland Photography