Uno de los puntos fundamentales a tener en cuenta antes de celebrar tu boda, son los tratamientos de belleza que te gustaría realizar para poner a punto tu rostro. Dejando a un lado los cuidados básicos y fundamentales de la piel, es importante que unos meses antes de la boda, incorpores a tu rutina el masaje facial. Aunque ha existido desde siempre, estos últimos años está suponiendo un auténtico boom en belleza, favoreciendo la aparición de verdaderos especialistas en las distintas técnicas de masaje. Es una inversión que vuestro rostro agradecerá y que podréis seguir practicando en casa con la ayuda de distintos dispositivos faciales de masaje que podéis encontrar en perfumerías especializadas como Douglas, que cuenta con una sección dedicada en exclusiva a esta rutina.
El masaje facial consiste en una serie de técnicas manuales que nos acercan delicadamente a través de un trabajo artesano a la belleza facial, mediante la aplicación de diferentes técnicas de masaje en cara, cuello y cabeza. Su principal objetivo es rebajar las tensiones musculares y optimizar las funciones de la piel, mejorando el drenaje linfático y activando la microcirculación. Con ello conseguimos minimizar las líneas de expresión, atenuar la profundidad de las arrugas, dar uniformidad al tono de la piel, suavizar pieles con textura o situaciones de acné y tonificar la musculatura dando una mayor definición a los contornos faciales.
El masaje facial es perfecto para preparar vuestro rostro antes de la boda, ya que sus resultados no sólo los vais a notar en el exterior, sino que a nivel interno todo lo relacionado con el ejercicio y el yoga facial os aportará unos beneficios únicos de bienestar y relajación muscular. Además, podéis decantaros siempre por la misma técnica o combinar distintas técnicas de well-ageing en función de los resultados que queráis obtener. Podéis haceros un primer masaje de remonte, que eleve y esculpa vuestras facciones y combinarlo con otras técnicas como el masaje Kobido o el Shiatsu facial e ir introduciendo masajes más específicos para obtener resultados concretos, como dar más brillo y luminosidad al rostro o la eliminación de acné e impurezas en la piel.
Mi recomendación es que empecéis unos meses antes de la boda para asentar una base de belleza facial y que a medida que se vaya acercando el día podáis ir introduciendo técnicas más específicas y personalizadas que podéis apoyar desde casa con distintos dispositivos faciales de masaje, como la piedra de jade, el rodillo de cuarzo rosa o el masajeador e iluminador de ojos. En poco tiempo podréis comprobar que el resultado es realmente espectacular.
Fotografía: Anthea, Pinterest