A veces tenemos tan interiorizados todos los pasos a seguir en una boda que quizás por tradición o quizás por cultura, no nos hemos planteado darle la vuelta. Que el principio sea el final o viceversa. Que las cosas sucedan de forma distinta a lo habitual. Jess y Keiran, la pareja protagonista de nuestra boda de hoy, lo hicieron. Y lo hicieron de la manera más natural posible, tanto que os diría que su boda fluyó desde el minuto uno, como podréis ver en las preciosas imágenes captadas por el objetivo de d’Althea fotógrafos de boda. Pero empecemos por el principio, por la historia de amor de los novios. Jess y Keiran se conocieron en su primer día de universidad en la ciudad de Manchester, cuando Keiran compartía piso con un chico de Japón que no hablaba inglés, un alemán que siempre estaba de mal humor y otro chico de Middlesbrough que todavía tenía peor humor que el alemán. Por eso la llegada de Jess al piso fue una bocanada de aire fresco para todos, en especial para Keiran. Aunque él en ese momento todavía no sabía lo importante que iba a ser aquella chica tan segura de sí misma que no paraba de sonreír, para él. Un año después de esa llegada, empezaron su relación de pareja.
Un enlace internacional
Conociendo sus inicios, no os extrañará saber que la boda de Jess y Keiran fue una boda internacional, con muchos invitados de diferentes partes del mundo, pero sobre todo procedentes de Reino Unido. Para el enlace, que tuvo lugar en la provincia de Tarragona, eligieron un espacio único, la Masía Cabellut. Es la típica masía que ves en películas americanas cuando los protagonistas viajan a Europa y visitan viñedos al atardecer, mientras recorren en bicicleta los alrededores. Ese lugar perfecto que todos añoramos visitar en algún momento de nuestra vida. Allí, con ayuda de Linda, de Better Together Weddings, se distribuyeron distintos espacios. La zona de cocktail, junto a la piscina y con unas maravillosas vistas a los viñedos y a la montaña; la zona del banquete, bajo una preciosa carpa decorada con flores y luces de verbena; y la zona de la ceremonia, ubicada en otra parte de la masía.
Darle la vuelta a lo convencional y dejarse llevar
Y aquí es cuando los novios decidieron que su boda no empezaría con la ceremonia, como hubiera sido tradicional. Aprovecharon su ‘first look’ para hacerlo ya en compañía de sus invitados, junto a la piscina, y enlazar con el aperitivo. Como una reunión de amigos que han quedado para pasar el día juntos, sin prisas, sin nervios, con todo el tiempo del mundo por delante. Deleitándose con cada gesto, cada abrazo y cada conversación. Fluyendo de la manera más natural. Comiendo y brindando con champán, disfrutando del momento y de la vida. De la compañía y del amor. Y cuando el sol ya se estaba poniendo, durante esa ‘hora mágica’ del atardecer, tuvo lugar la ceremonia. Aprovechando las preciosas vistas de los viñedos catalanes, Jess y Keiran se dieron su esperado ‘sí quiero’. A partir de ahí, ya todos pasaron a la carpa a seguir disfrutando, primero de la cena y después de una fiesta inolvidable que se alargó hasta el amanecer. El broche perfecto a una gran y diferente historia de amor.
Fotografía: D’Althea Fotógrafos de Boda / Masía: Mas Cabellut / Wedding planner: Linda (Better Together weddings) / Catering: Sensacions Barcelona / Decoración floral: Loving The Flowers / Peluquería y maquillaje: Marina / Vestido de novia: Jesús Peiró / Zapatos de novia: Carvela / Traje del novio: Suit Supply / DJ: Suit and Music / Música en directo: Cece Giannotti & Luciano Ceraso / Ceremoniante: Toby Harper / Papelería: Papergrace UK