Andrea y Adriano, los novios protagonistas de la boda de hoy, son la prueba fehaciente de que el amor a primera vista existe. Se conocieron e inmediatamente surgió el flechazo entre ellos, prometiéndose tan sólo tres meses después durante un safari en África, en medio de la Sabana. Su boda se celebró el pasado verano en un espacio espectacular, Los Claustros de Ayllón, un antiguo monasterio franciscano en ruinas de más de 800 años de historia, perfectamente restaurado, que mantiene fielmente su aspecto original. Las ruinas del monasterio se integran en un entorno de amplios jardines y zonas verdes con un estanque natural que completa la estética de un marco incomparable. La ceremonia tuvo lugar al atardecer, bajo las ruinas de la iglesia y la cena se celebró en uno de los claustros exteriores al aire libre.
Con un espacio tan impresionante los novios se decantaron por una decoración rústica y sofisticada que recordaba el romanticismo de las bodas de la Toscana.
La novia llegó de la mano de su padre acompañada por sus damas de honor, todas vestidas iguales pero cada una con su propio estilo. Hizo su entrada por el pasillo central con la canción con la que conoció a Adriano, My Little Cold Heart, tocada por un trío de música en directo. Fue uno de los momentos más emocionantes del día junto al de la entrega de los anillos, cuando una de las personas más importantes en la vida de Andrea, su abuela, se los entregó a la pareja. Tras la ceremonia tuvo lugar el cóctel junto al estanque, amenizado por música en directo y, una vez finalizado, los invitados se trasladaron al espacio destinado para la cena. El olivo fue el gran protagonista de toda la decoración floral, estando presente tanto en la ceremonia como en la decoración de las mesas, así como en multitud de detalles como el ramo de la novia y de sus damas de honor. Para la entrada de los novios se iluminó con fuego frío uno de los arcos de acceso al espacio, con las ruinas principales de la iglesia frente a ellos, provocando una imagen espectacular. La iluminación jugó un papel destacado en la decoración de la cena, consiguiendo encajar a la perfección con el entorno creando un clima mágico sobre las mesas y el propio claustro, llegando a deslumbrar a todos los asistentes con los cientos de velas y las luces de verbena que colgaban sobre ellas. Un ambiente único que les acompañó en una maravillosa velada hasta el amanecer.
Fotografía: Estudio 2d Weddings / Decoración y Coordinación: Efecto Wow Events / Localización: Los Claustros de Ayllón / Catering: Vatelia Catering / Vestido: St. Patrick Bridal, Madox the Wedding Room / Traje del novio: Trajes Guzmán, Hockerty (camisa) / Complementos: Armani (corbata), Bowtie (zapatos), Breitling (reloj) / Vestido Damas de Honor: Hazel / Alianzas y pendientes: Joyería Suárez, Navas Joyeros / Diseño gráfico: Zinkbulb / Decoración Floral: Arribas Decoracion, La Gardenia 2.0 / Sonido y Dj: Eventos Tres40 / MUAH: Arte by Diana Troyano / Grupo de Música: Seleggio Trío / Vídeo: Cinematempo Films / Fotomatón: Sapaflash / Neón: Woowlow / Novios: Andrea y Adriano