Lo mío con esta novia fue un flechazo desde que la descubrí hace ya unos años, por eso no podía dejar de compartir su boda con vosotros, porque a pesar del tiempo transcurrido, me sigue gustando como el primer día. Hayley y Chris se casaron a finales de verano en Nueva York, la ciudad que nunca duerme. Ella estaba segura de que su novio le iba a pedir matrimonio en una cena romántica durante el transcurso de un viaje a Miami que habían planeado juntos, pero cuál fue su sorpresa cuando estaban descargando las maletas en el hotel y al girarse vio a Chris de rodillas. No podía creerse que le estuviera pidiendo matrimonio allí, en la misma recepción del hotel. Su respuesta, por supuesto, fue un sí rotundo. Un año después se casaban en The Bowery Hotel, un espacio de estilo clásico con techos altos y vigas de madera, paredes de ladrillo, suelo de baldosas marroquíes y unos enormes ventanales con salida a una impresionante terraza con vistas a la ciudad de Nueva York. Querían que su boda fuese elegante al tiempo que distendida.
Hayley enamoró a todos con su vestido de Lanvin, discreto y femenino por delante y realmente sorprendente por detrás, con un enorme lazo XXL que reinaba sobre su espalda. Una auténtica maravilla que reflejaba a la perfección la personalidad de la novia.
Los zapatos dorados de Manolo Blahnik, unos pendientes de perlas y un sencillo ramo de rosas y verdes, completaba el conjunto. Después de una emotiva ceremonia, en la que el oficiante leyó lo que los novios se habían escrito sobre sus sentimientos días atrás, los invitados se dirigieron al espacio reservado para la recepción de los invitados y la posterior cena. Allí fueron recibidos por cuatro mesas de banquete adornadas con velas y centros de mesa orgánicos realizados con distintas flores en tonos rosas y blancos a juego con el ramo y el resto de la decoración floral. Tras una cena de lo más emotiva y divertida, en la que no faltaron los brindis por los novios, tuvo lugar el baile, amenizado por una orquesta en directo que mantuvo la magia hasta el final. Un día inolvidable que todavía hoy nos sigue emocionando.
Fotografía: Samm Blake / Wedding Planner: Ashley Jackson Events / Espacio y catering: The Bowery Hotel / Oficiante: Jeddah Vialakis / Vestido novia: Lanvin / Zapatos: Manolo Blahnik / Peluquería y maquillaje: White Rose Collective / Joyas: Anna Sheffield / Flores: BRRCH / Música: The Jeans / Pastel: Momofuku Milk Bar