Podría decirse que la boda de Kat & Michael tiene ese punto especial que tienen esas bodas que desde el principio sabes que te van a gustar. Muchas veces os he comentado que me gustan las bodas sencillas, que respiran tranquilidad. Quizás debido a mi condición de persona activa y nerviosa que no para quieta este tipo de bodas siempre llaman mi atención, son como un remanso de calma cuando las veo. Y eso es un poco lo que pretendieron los novios cuando pensaron en organizar su boda, simplemente querían tomar una copa de manera relajada con sus amigos durante la ceremonia y que la boda fuese más un encuentro en el campo que una boda convencional. Amantes los dos del aire libre y de la naturaleza, querían estar en un entorno abierto, libre y natural, que quien quisiera pudiera andar descalzo sobre la hierba, bañarse en el río o sentarse tranquilo bajo la sombra de un árbol. Esa sensación de calma y libertad inunda las imágenes, como veréis a continuación, en una boda handmade de estilo rustic-boho donde absolutamente todo estuvo preparado por los novios. Desde los pasteles, horneados de manera artesanal por Kat días antes de la celebración, hasta la elaboración por parte de Michael de seis tipos distintos de cerveza, pasando por las invitaciones, los pétalos de rosas secas para la salida de la ceremonia o el romántico marco de madera adornado con flores en cuyo tronco podían leerse las iniciales de los novios grabadas junto a un corazón. La decoración general, también realizada por ellos, conserva la esencia de lo rústico con sillas antiguas de madera de distintas formas y estilos, balas de paja, cajas de fruta, elementos naturales suspendidos y divertidos juegos al aire libre para lograr su mayor deseo, pasar un día feliz entre amigos. Y, por supuesto que lo lograron.
Fotografía: Mitch Pohl