Hoy seguimos en la sección de Bodas Bloggers con una de mis weddingamigas preferidas y es que Marina de Fuxia Atelier es un encanto de persona, tan dulce, tan amable, siempre atenta, pendiente de sus amigos y enamorada, al igual que yo, del Empordà, una zona mágica de la comarca de Gerona de la que ya os he hablado en alguna ocasión. Qué poco podía imaginar Marina lo que iba a cambiar su vida a raíz de su boda y no sólo a nivel personal sino también en su entorno profesional ya que en su afán por ser una ‘cuentinovia’, acabó convirtiéndose en socia de Bodas de Cuento, los profesionales que hicieron posible que su boda fuese única y tal y como ella había soñado y es que Wendy y Jose con sus ‘cuentibodas’ han creado un estilo propio y muy personal en el diseño y organización de bodas handmade totalmente personalizadas, pero de ellos os hablaré detenidamente en otro post que tengo pendiente. Estaba claro que Marina tenía que casarse en el Empordà sí o sí y Ricky estuvo totalmente a favor. Los dos querían transmitir a todos sus invitados su amor por esa tierra así que se idearon un pequeño diario de viaje, que les entregaron junto a las invitaciones, con recomendaciones para pasar un inolvidable fin de semana. La ceremonia se celebró en la Iglesia de Sant Pere de Pals, una construcción de piedra muy austera situada en la parte más antigua de uno de los pueblos más bonitos de la zona y desde la que se puede contemplar todos los campos ampurdaneses debido a su situación elevada. Un paisaje que se repetiría después en la cena y posterior fiesta, celebrada en El Castell d’Empordà, un antiguo castillo convertido en un maravilloso y elegante hotel. La impactante decoración floral de la iglesia fue obra de Jordi de Montana El Taller, un amigo de la familia que hace unos montajes florales increíbles y sorprendentemente originales. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando los novios llegaron al Castell y los campos empezaban a teñirse de esa luz mágica del atardecer empordanés , fue entonces cuando hicieron una suelta de globos acompañados de la música en directo de Susanna del Saz, que ya había amenizado antes la ceremonia. La decoración de las mesas también tuvo su toque mediterráneo, colocaron las minutas sobre los platos con una fotografía en tonos sepia del Castell y una ramita de olivo, muy frecuente también en la zona. Toda la parte gráfica fue obra de Srta Edwina y el resto de decoración combinó elementos afrancesados con detalles más vintage. Y entre bálsamos de Olivia y chapas con súper poderes de Mr Wonderful fue transcurriendo la velada hasta llegar a los postres, donde no podía faltar la famosa Candy Bar y el pastel de boda coronado por un original cake topper, una réplica en madera de los novios y de su inseparable gato Nico. El momento más divertido, el ‘lanzamiento de ramo’ a ritmo de Single ladies de Beyoncé y la idea de regalar a las parejas de novios casaderas un bastidor porta alianzas me ha parecido sencillamente genial. Y para acabar y poner el broche final a un día mágico, nada mejor que un photobooth!
Fotografía: Visual Foto