La belleza de la campiña inglesa, famosa por sus verdes paisajes y sus casas históricas de piedra, se convierte en el entorno perfecto para celebrar una boda. Zoe y Jacob querían celebrar los 12 años de amor que habían compartido juntos desde muy jóvenes. Buscaban algo elegante y relajado, discreto pero lujoso, un lugar donde nadie antes se hubiera casado. Y lo encontraron en Compton Gallery, la casa más hermosa que habían visto hasta el momento, perfectamente ubicada en el hermoso valle de Cotswold. Un lugar idílico lleno de historia, arte y belleza. Zoe es estilista gastronómica y tiene un exquisito sentido del estilo y la decoración, por lo que todas sus maravillosas ideas se plasmaron en la decoración de la boda. La ceremonia tuvo lugar bajo una carpa de estilo safari y contó con todos los detalles imaginables, desde una cuidada decoración floral hasta panderetas personalizadas para los invitados. Zina, la oficiante, supo resumir y transmitir esos 12 años de amor en una ceremonia increíblemente íntima y muy personal. Durante la misma, pasó las alianzas de los novios para que todos los invitados pudiesen tocarlas y abrazarlas, transmitiéndoles todo su amor y energía. Zoe lució un impresionante vestido de encaje de Galvan London con zapatos de Asos y chaqueta de Topshop que le daba un aire desenfadado a su estilismo. El momento más emotivo fue cuando los novios entraron a la carpa y todos los invitados hicieron sonar sus panderetas al recibirlos, era el sonido del amor más puro hacia ellos. El gusto por la decoración quedó patente en todos los rincones del espacio, decorado con grandes fogatas encendidas durante todo el día y lámparas de aceite de metal que se alineaban en el perímetro de la marquesina. Colocaron cestas africanas llenas de gruesas mantas de lana, ya que el día fue algo frío, un enorme diván indio y muebles antiguos apilados con cojines estampados. El patio se decoró con macetas de hortensias, linternas de pátina y luces de festón colgadas del techo. Durante el aperitivo empezaron a sonar viejas canciones italianas mientras los invitados bebían Aperol Spritz y Gin tonics de naranja. En el banquete predominaron los tonos pastel y la madera, vistiendo las mesas con candelabros de latón, flores y cuencos con uvas, higos y alguna que otra guayaba, limones y cerezas. Inspirándose en las fiestas mediterráneas, las largas cenas al aire libre y el ambiente italiano. Una boda llena de momentos únicos difíciles de olvidar.
Fotografía: Nicola Dixon Photography / Espacio: The Compton Gallery / Decoración floral: Wild & Co Flowers / Vestido novia: Galvan London / Zapatos novia: ASOS / Catering: Klose & Soan / Oficiante: Zena Birch / Chaqueta novia: Topshop