Ya os he comentado en diversas ocasiones que el mundo de las bodas es un universo cambiante que evoluciona continuamente. Cada vez más las parejas son conscientes de aspectos que antes apenas teníamos en cuenta, y mucho menos a la hora de organizar una boda, como el cambio climático, los productos y elementos que pueden causar un daño ecológico, la cuidada selección y protección del espacio elegido… Todo ello ha originado una corriente de bodas conscientes, bodas con base ecológica que se inspiran en elementos naturales y tienen lugar en paisajes conservados y protegidos, con una decoración y puesta en escena respetuosas con el medio ambiente. Hoy quiero compartir con vosotros un precioso editorial que me llegó hace unos días de una boda eco-friendly celebrada en medio del bosque que mantiene ese espíritu de concienciación ecológica que estoy segura os va a ayudar si estáis pensando en organizar una boda similar. El lugar elegido para la sesión es Mon Château Étoile, una encantadora cabaña suspendida de un árbol, en el corazón del Macizo de la Chartreuse, en Francia. Prácticamente la totalidad de los elementos escogidos para la sesión han sido diseñados por la decoradora Nathalie Gros, con el objetivo de mantener el espíritu natural y el lado eco-responsable. Así confeccionó pequeños pedestales para los números de mesa y candelabros con madera del bosque de Chartreuse y de bosques vecinos, carteles indicadores, invitaciones y papelería en papel kraft y diversos elementos que conviven en armonía con otros proporcionados por proveedores que intentan a diario fomentar un comportamiento y consumo más responsable. Sillas y mesas de madera, bowls de coco, cucharas también de madera, velas naturales, incluso a la hora de utilizar flores secas desecharon las de un solo uso y se decantaron por flores que se pueden guardar y reutilizar. La pastelería conceptual El Colibrí, que trabaja con materias primas justas y orgánicas, se encargó de crear pasteles veganos que se colocaron sobre una mesa hecha con madera local, paneles de roble del bosque familiar y pies en abeto. El regalo para los invitados fue un tarrito de miel orgánica de un productor del mismo pueblo. En cuanto a la estética de los novios, la novia lució un romántico vestido de Rue de Seine con una preciosa corona realizada a mano en cristales de cuarzo natural y alianzas de oro ético que destacan con texturas que recuerdan la belleza de la naturaleza y, el novio, un traje de chaqueta y chaleco de Faubourg Saint Sulpice. Aunque todavía hoy es complicado conseguir productos 100% ecológicos, se intentó en todo momento mantener una filosofía hygge consciente con el medio natural y fomentar la proximidad trabajando con proveedores de comercio local. Espero que os guste el editorial y que cada vez sean más las parejas que se apunten al movimiento eco-friendly a la hora de organizar su propia boda.
Diseño y organización: Majenia / Fotografía y vídeo: Alejandra Loaiza & Maciej Gilewski / Espacio: Mon Château Étoilé / MUAH: Virginie Debourg / Modelo: Sophie Zynt / Vestido novia: Rue de Seine Bridal, de la boutique Olympe de Lyon/ Traje novio: Faubourg Saint Sulpice / Corona: Le ChapelierToqué / Flores: Éléonore M / Alianzas: Paulette à bicyclette / Repostería: Pâtisserie Végétale Le Colibri / Cuencos de coco: Mon Joli Bol / Velas ecológicas: Jema Bougies / Papelería: Majenia